Tras el Huracán…


20161125_164940 Fue un poco antes de las dos de la tarde. Se suponía que iba a ser una corta transmisión por Facebook desde el centro de acopio para invitar a las personas a traer alimentos. Entonces le ayudé a alguien a levantar un saco de arroz para subirlo al camión…

 

No me di ni cuenta del momento en que alguien me pasó otro saco…y otro más. De repente estaba formando parte de una línea que pasaba sacos, bolsas y latas de un extremo a otro del centro.

12 horas antes, mi país había sido golpeado por un huracán que redujo a nimiedades las usuales disputas en redes sociales, las diferencias políticas y los chismes baratos de ocasión.  ¡Las cosas en las que un pueblo pierde su tiempo cuando la vida no es lo suficientemente dura! Cuando todos tuvimos ocasión de oir, en vivo en nuestras pantallas, el drama de compatriotas pidiendo auxilio en la oscuridad , las perspectivas se ordenan con la magia de la realidad descarnada.

Ni mis compañeros ni yo volvimos a la oficina. De repente las bolsas de comida se acumulaban más rápido de lo que lográbamos cargarlas en el camion. Costa Rica nos estaba hablando en voz alta y de frente. Decía: esta soy yo, la de verdad; la que parió hijos e hijas solidarios.

Al rato me vi rodeado de más compañeros de trabajo. Hombro a hombro con los muchachos de juventudes de la Cruz Roja estaban conserjes, gerentes, periodistas, diseñadores, guardas y oficinistas. Se daban órdenes, se seguían órdenes. Se levantaban cosas pesadas como nada, producto de la adrenalina.

Llegaron carros llenos de familias a dejar su donativo.

De un auto se bajó una joven madre con su hijo en edad preescolar; él llevaba las donaciones en sus manos miniatura, ella lo guiaba sin empujarlo. Una lección de vida totalmente en vivo, una que espero ese niño recuerde por siempre. Los donativos seguían llegando.

Unas cajas de cartón con latas de atún me regalaron un nudo en la garganta al verlas cubiertas por mensajes escritos a mano, con pilot. «Estamos con ustedes», «Mucha fuerza», «Los queremos»…

 

Costa Rica, la verdadera, no dejaba de hacerse sentir. Y no paraban de llegar personas con más y más donativos.

 

Uno de los muy, muy jóvenes cruzrojistas me dijo: «Véame el brazo, aquí me tuvieron que poner suero ayer mae, casi empalido, pero aquí seguimos Pa».

– «Ah pero quería ser cruzrojista. ¿Verdad papi?» Le contestó otro muerto de risa…

Me di cuenta que anochecía cuando alguien trajo luces para poder seguir cargando más camiones…hasta que el último salió del lugar. Fue entonces cuando un cruzrojista un poco mayor nos dijo que se tenía que llevar a los jovencillos a seguir trabajando a otra parte. Cuando se retiraban, todos rompimos en aplausos para ellos.

Volví a ver al resto del grupo y vi gente sucia, cansada, sudada e increíblemente feliz.

Mañana me va a doler todo. Pero por ahora siento una bandera en el alma, fe renovada en mi gente y en mi país. Hoy creo que de verdad podemos ser mejores.

4 comentarios sobre “Tras el Huracán…

  1. Cuando las personas de verdad nos proponemos hacer algo para un bien, todoo se logra.
    Participe al igual que ustedes, rn pasar y acomodar donativos, y en miles de latas al igual que muchos y muchas puse mensajes, mientras ponia, mucha fuerza, somos uno solo, paz, amor, fe, me di cuenta que no podia ni siquiera imaginar el dolor de estas personas, pensar en que no tenian sus casas, o aquellos que perdieron sus animales o familia.
    Y es tan triste como en las redes sociales las personas se creen que tienen el derecho de ofender y criticar acerca de lo que paso, gracias a Dios a muchos de nosotros no nos pasó nada y estamos bien, con casa, cama, comida, trabajo y con familia, es aqui donde considero que estas redes no sirven más que para ofensas, menosprecios y crítica, de todos modos se haga un bien o mal todo se crítica.
    Gracias a todos aquellos que logramos colaborar un poquito con nuestros hermanos de Costa Rica, gracias a Dios habemos y existimos personas solidarias y con un corazón enorme…
    ….Somos Ticos… De corazón…

  2. Porqué ocurren los desastres naturales? Y parece innecesaria la pregunta y la respuesta la conocemos. Pero porque ocurrió en mi país? Y parece y no es un consuelo pero si una verdad para que recordemos y volvamos a ser una familia. Para sentir cariño para que nos demos cuenta que la necesidad de otro depende de mi ayuda y porque ahora somos mejores. Porqué aplicamos amar al prójimo el primer gran mandamiento. Espero que este largo fin de semana se convierta en una larga semana en un largo mes en más que comida regalos en Navidad a niños y adultos, que esta sensación de sentirnos mejor hoy la queramos tener más días y continuemos lo que nuestra patria nos gritó esta semana. Que también estés adolorido que yo misma este cansada más días y mi ayuda no quede en sólo un día que aprendamos la lección y ayudemos aún sin una catástrofe. Sólo porque nos queremos sentí bien cada día.

  3. Me encantó, te lo comenté en fb. Hoy tuve oportunidad de hacer voluntariado, te dejo mi experiencia! ❤️️❤️️❤️️https://www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=330582177313524&id=100010852338868

  4. A pesar de que todos los días a la gran mayorá se le escapa esos pequeños deslices no tan lindos de ser ticos en momentos así es donde brilla la verdadera esencia de nuestra gente. Ver esas latas, con algo tan sencillo como un «Adelante», «Estamos con ustedes.»; le dan un calorcito al alma, le sacuden un poco el polvo a esa buena fe que todos debemos tener en la gente; nos recuerda quienes somos en realidad y nos dan fuerza para mantener la fe que los que vienen detrás de nosotros podrán disfrutar de un país mejor del que tenemos ahora.

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