JURASSIC WORLD· FALLEN KINGDOM (Ideas para evitar la extinción de un sueño)


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Jurassic World Fallen Kingdom. Universal Pictures

Los únicos dinosaurios que existen en el mundo están de nuevo en peligro de extinción. ¿Qué hacemos?¿Los salvamos tal y como intentamos hacer con tigres, elefantes y tantas otras especies que los humanos nos hemos empañado en borrar de la Tierra por las razones más estúpidas? ¿O por el contrario, dejamos que la naturaleza, vuelva a borrarlos del planeta? ¿Ustedes qué harían?
Consideren lo siguiente: esos únicos dinosaurios que existen lo hacen en una remota isla de Costa Rica, viven sólo porque el hombre así lo quiso. El hombre así lo quiso por una volátil combinación de hacer realidad el sueño que casi todos acariciamos desde niños: ver a un dinosaurio de cerca…y el sueño de los adultos de cobrar muchísimo por ello. El sueño se volvió una pesadilla (en cada capítulo de la saga) y ahora el Jurassic Park que John Hammond siempre deseó está muerto, abandonado, aplastado por el peso de las muchas muertes de sus clientes…y de demandas millonarias. Ni sueños cumplidos ni dinero, los dinosaurios son lo que fueron desde siempre: animales, sólo que están en el tiempo equivocado y este se les agota, pues la isla parque no sólo fracasó como negocio sino que es de origen volcánico y está a tan sólo horas de explotar.
¿Gastar recursos en movilizar “algo” que no produjo dinero? ¿Donde llevarlos? Esto inclina la balanza violentamente hacia el lado de un no rotundo a la pregunta inicial. Sin embargo ya están aquí, son animales, sienten, tienen crías y están solos y abandonados por nuestra culpa. Les pregunto de nuevo ¿Ustedes qué harían?
Si se sienten divididos ante la pregunta o si tienen una posición muy clara al respecto estarán justo en la misma posición que el universo de esta nueva entrega de las películas jurásicas. El planeta ve como los activistas a favor de los animales hacen marchas y ruegan por que alguien, quien sea, salve a los dinosaurios de su segunda extinción. Muchos otros argumentan que no, ya sea por razones económicas o por considerar que la naturaleza simplemente está corrigiendo el error que cometimos hace más de 25 años al traerlos de regreso en primer lugar.
Screen Shot 2018-06-24 at 7.09.04 PMPara Claire, la fría ejecutiva a cargo del fracasado parque de la entrega anterior la respuesta es clave: hay que salvarlos a toda costa. No está claro si en ello está en juego su propia redención al antes ver a los animales como simples productos de mercadeo. Owen, valiente entrenador de animales y quien conoce a los velociraptors mejor que nadie no está convencido al principio, pero recordar sus días junto a una Blue cachorra lo hacen aceptar la propuesta (si, ya sé que no es un labrador sino un raptor asesino, pero en los flashbacks de la película a cuando ambos comenzaron su relación no hay otra palabra que mejor describa a esta dinosaurio con rayas azules).
Así queda puesto el escenario para la quinta parte de una saga en la que ya había que hacer algo distinto, dentro y fuera de la pantalla. Esto estaba más que claro en la anterior Jurassic World, en la que los directivos del parque comentan cómo su público ya no se impresiona con los dinosaurios, éstos se volvieron tan comunes como un elefante en un zoológico, por eso había que hacerlos más temibles y fuertes y…ya sabemos cómo terminó eso. A los asistentes al cine en nuestro mundo real les sucede lo mismo. La magia de la primera vez que Spielberg nos puso un dinosaurio vivo en pantalla es irrepetible, pero el giro en la trama de la anterior y la nostalgia rindieron sus frutos: la película tuvo un éxito rotundo al colocarse entre las más taquilleras de la historia.
Screen Shot 2018-06-24 at 7.11.47 PMLa novedad en Jurassic World Fallen Kingdom no radica tanto en lo que hacen los personajes en la pantalla sino en lo que sus productores hacen con el público en los asientos, pues por primera vez desde la película original de Spielberg se nos confronta con preguntas éticas, aplicables al mundo real. Si hace veinticinco años la cuestión era si el ser humano debía manipular la genética, ahora la interrogante es cómo afrontar la responsabilidad de lo que hemos hecho. Ahí terminan los atisbos intelectuales del film y muchos se dividirán de nuevo ante esto. Para algunos una película de aventuras no tiene por qué estar haciendo discursos, otros lamentarán que no se profundice más al respecto.
Sin ser un spoiler, les comento que la destrucción de la isla está lejos de ser el climax de la película, en su lugar se transforma en el punto de giro que el director J.A. Bayona utiliza para cambiarle el tono y convertir a una cinta de acción y aventuras en su clásico cine de terror: gótico, claustrofóbico, más de fuego lento que de sustos de shock en la pantalla. Esto sacará de balance a quienes esperen más carreras en la jungla y en lugar de eso se encuentren con una producción que nos muestra cosas que van desde el lado oscuro del maltrato animal (que no dejó de hacerme pensar en las cosas de este tipo que suceden en el mundo real), hasta el terror de una niña que ve como los terrores clásicos del “monstruo bajo la cama” se vuelven ciertos. Quienes estén más hambrientos de cambio que un raptor a dieta bien podrían agradecer algo que no sea una copia al carbón de los otros 4 capítulos anteriores.
En esta era dorada de las trilogías, está más que claro que vendrá otra entrega más, tanto por el final como por la frase dicha durante la película que sentencia que “ahora, compartimos el mundo con ellos”. Pero no nos adelantemos, por ahora toca ver este capítulo que, así como la pregunta básica que le da vida a la trama, estoy seguro tendrá la capacidad para dividir a la audiencia.
Eso si, tanto quienes favorecen la extinción masiva de la idea de un parque con dinosaurios, como aquellos que verán con buenos ojos que estos sigan corriendo por allí en servicio de nuestro entretenimiento deben saber que existe un paralelo impresionante entre la franquicia y el ficticio Jurassic Park de Isla Nublar: el parque ya se ha ido, bienvenidos al Mundo Jurásico.

– Walter Campos.

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