¡Q’hijueputas Chinos!


SÍ, "Los Chinos" existen.

 

Hace ya cierto tiempo que todo el mundo habla de ellos. En ese aspecto no busco novedad noticiosa. Me refiero, lógicamente al contingente de Chinos que trabajan en la construcción de nuestro nuevo Estadio Nacional, aquí en Costa Rica. Eso no es nuevo ya, pues francamente perdí la cuenta de las veces en que he visto noticias relacionadas con ellos, tanto en prensa como en radio y T.V.  También estuve de acuerdo (y ya me encuentro harto), de ver, leer y escuchar comparaciones que nos desnudan, al demostrar que los ticos fracasamos al emprender obras mucho menos impresionantes. Fue novedad al principio, pero para variar ya se agotó el tema, ya sé de sobra que nuestra naturaleza no es la de atacar una obra como si hubiera que derrotarla para elevar el espíritu, sino más bien parece la de un niño tímido que necesita pedir un favor y hace mil rodeos para ver cómo lo logra. 

Como muchos sabrán, Canal 7 donde trabajo, se encuentra ubicado justo frente a la construcción del Estadio. He sido testigo de cómo la obra avanza (y se le nota), todos los días. También he sido testigo de lo que quiero comentarles hoy: «Los Chinos», así en mayúscula, se han convertido en seres como de fábula para nuestra sociedad. Algo así como lo que pasó con «El Chupacabras», «El Psicópata» o «Los ‘Ognis»: cosas que nadie ve, pero todo el país lo comenta. Así, tras una cerca que no dejaba ver nada, todo el mundo sabía de ellos y los escuchaba trabajar. Pero nadie veía a «Los Chinos. 

Unos meses más tarde, como a eso de las 7 de la noche, estaba yo comprándome algo en el súper y de repente los ví.Eran 3. Con overoles de construcción color rojo, hacían fila en una de las cajas. «Los Chinos», pensé. Pude ver que no era el único. Los demás clientes también eran partícipes del avistamiento. Sonrientes, Los Chinos se llevaron unas cuantas frutas, cosas de picar y un six pack de águilas para los 3. «Ya tienen algo de tico», pensé. En secreto me imaginé que el brebaje los iba a transformar durante la noche, que al día siguiente se iban a levantar tarde para su turno, vistiendo camisetas del Águila también, contándole a los jefes que llegaron tarde por que había presa, y parando cada media hora para mejenguear. Pero no,nada de eso sucedió. 

Lo que si pasó unos meses después, fue que el Estadio ya sobrepasaba la cerca y comenzaba a dominar el paisaje. Y lo que pasó fue que comencé a notar cómo todo el que maneja por ahí reduce la velocidad y medio saca la cabeza por la ventana, o bien se inclina casi hasta que la barbilla toca la rueda de conducir, para poder ver. ¿Ver qué? No la construcción, esa ya sabemos que está allí. La cosa es verlos a ellos. Y de vez en cuando se logra. De vez en cuando se ven como hormigas, subidos en alguna viga, siempre en equipo, siempre uniformados, siempre como ejército. 

 

Ver lo que las noticias cuentan y no habíamos visto. «Mirá, Los Chinos». «Vé vos…vélos donde están.». 

Una noche de estas, salí de trabajar como a media noche y volví a ver hacia el estadio. Dentro debían de estar trabajando en soldadura, por que las luces relampagueaban con la rapidez de un club electrónico… o de un concierto de U2, que es lo que en mi mente justificaría de por sí la construcción del estadio en primer lugar. 

Pronto terminarán la obra y se irán, pero por lo pronto siguen generando comentarios y pareciendo símbolo de lo que muchos piensan que los ticos no podemos lograr. «Si Los Chinos hubieran hecho la platina…», «Mae hay que traer a Los Chinos a que trabajen en esta calle…»; frases así se seguirán escuchando algún tiempo más. Por ahora me queda ver cada cierto tiempo, a alguien que camina frente al estadio, se detiene a ver la construcción y, sea que logre verlos o no, comente con admiración (muy a lo tico, que podemos usar malas palabras para halagar): !Q’hijueputas Chinos! 

– Walter Campos 

11 comentarios sobre “¡Q’hijueputas Chinos!

  1. Diay, no vayamos muy largo. Ahí al ladito de la Sabana está la famosa calle esa de concreto que va del Mag a la Universal de Sabana… en un año, los chinos van por donde van, y la calle, en un año… bueno… ahí está, la uso yo de pista para correr… puras habas!

  2. Es increíble ver lo que es la cultura, la disciplina y el trabajo duro como base del avance de una sociedad; y no esta de mas decir que los asiáticos, están en donde están y allan logrado convertirse en toda una potencia industrial y en camino de ser una potencia económica, justamente por eso!!!

    Soy Tico y estoy muy orgulloso de serlo y tener la bendición de vivir en este pueblo, con su cultura y su idiosincrasia, pero hay que ser realista, ni con Mandela, Barack, Gandhi, Otton Solís, Pachecho o hasta Osquitar Arias y Laura, vamos alcanzar el nivel de compromiso que tienen estos seres humanos con su trabajo y su reputación como pueblo.

    Doy gracias a Dios por tener la oportunidad de vivir este proceso que es de «mucho» aprendizaje y la posibilidad de disfrutar en un futuro de esta obra arquitectónica…. pero sobre todo tengo la fe que nuestro pueblo, nuestras personas… NOSOTROS algún día aspiremos no solo a ser los mejores del país, o en la región latinoamericana en lo que hagamos, sino del continente. Como estos personajes… Y de verdad al ver tal eficiencia y armonía al trabajar, casi como escuchando la 5ta de bethoven mientras hacen su trabajo no queda mas que decir… ¡¡¡¡¡QUE HIJUEPUTAS CHINOS!!!!!

  3. Cada pueblo tiene lo suyo, cosa xq enorgulleserse y avergonzarse. Mi mamá trabajó x más de 10 años para chinos y así logré conocer cosas de ellos q merecen ser referidas por la frase: «Q’hijueputas chinos». Tanto en el sentido de admiración como en el sentido de frustración por su comportamiento que aún difiere del nuestro sin importar cuanto tiempo tengan aquí.

    El punto que sería interesante resaltar es la enseñanza que nos están dando, unidos es posible lograr mejores cosas. El uniforme, todos trabajando en lo suyo y hasta donde yo he visto «todos iguales», que no es malo de vez en cuando no tratar de resaltar por encima de los demás ya que hay una meta, un bien común…
    No sé si logré hacer claro mi punto, pero la idea es aprender de lo bueno y lo malo hacerlo a un lado, ni siquera aprenderlo…

  4. Totalmente cierto, todos los días paso frente a la construcción camino a la universidad y nunca falta quién comente sobre el gran trabajo de Los Chinos, y de hecho, el mismo comentario se repite siempre, QUE HIJUEPUTAS CHINOS!

    Saludos

  5. Muy interesante..yo escuché un rumor de que los chinos que están construyendo el estadio son convictos de allá que los mandaron a cumplir sentencia…le daría un matiz muy interesante a la famosa frase “Q’hijueputas chinos”. Definitivamente nuestra idiosincrasia nos pasa facturas muy caras en diferentes aspectos…

  6. Gracias Mónica…. convictos?? mmm… de verdad que le daría vuelta a la ya conocida admiración que les tenemos… interesante. GRacias por el comentario, en serio!!
    -W.

  7. Les voy a contar una anécdota curiosa sobre Ticos y Chinos que creo cae como anillo al dedo con respecto a este artículo y nos da un poco de esperanza.
    Y sí, la forma en que China está arrasando con el mundo es impresionante.

    Yo trabajé como manager en la transnacional más grande en CR por casi tres años en una cuenta de service desk con tres desks: Uno en CR para AMER, uno en Irlanda para EMEA y el otro en Dalian para APAC. El de CR era el más grande con aproximadamente 300+ personas, luego Dalian con 40 y pico y luego Dublín con 25.
    Debido a que éramos los más grandes y los primeros, tuvimos la responsabilidad de entrenar de forma remota a Dalian y a Dublín. Sin embargo Dublín siempre fue un desk como fantasma; nunca sabíamos qué estaba pasando ahí y de hecho eran los menos eficientes. La gente ahí aparecía y desaparecía como la niebla en el Támesis (ya sé, el Támesis no está en Dublín, pero igual suena corrongo).

    Una vez recuerdo que les di un entrenamiento por teléfono al team de Dalian y al final el manager de los Chinos muy agradecido expresó cuánto les gustaba recibir entrenamiento de nuestra parte y que todo su team aspiraba llegar a ser tan eficiente, capaz y a trabajar tan arduamente como los Ticos. Yo le agradecí muy seriamente en la línea pero en mi cabeza me revolcaba en el piso de la risa pensando que este Chinito muy probablemente nunca había trabajado cerca de un Tico.

    El tiempo pasó y conforme la cuenta creció empecé a ver los números de CR vs. Dalian. Hubo un punto durante los primeros nueve meses de existencia de nuestro desk que llegamos a tramitar más de 90,000 tíquets en un mes. Compañeros nuestros que habían empezado como agentes L1 fueron premiados por el cliente por su arduo trabajo con ascensos y con la responsabilidad de viajar a los mismos Estados Unidos a entrenar a gringos. De hecho, Dalian y Dublín nunca pudieron alcanzar ni el humo nuestro.

    ¿Qué había hecho la diferencia? —una diferencia tan grande que hasta cambió mi forma de vernos a los Ticos— Me di cuenta de que los Costarricenses tenemos en este momento un potencial dormido de ser tan inteligentes, audaces, innovadores y buenos trabajadores como los Asiáticos SIEMPRE Y CUANDO TENGAMOS UN BUEN LIDERAZGO DIRIGIÉNDONOS.
    ¿Por qué digo esto? Cuando empezamos la cuenta, nuestro team de líderes era el mejor de las tres regiones; supo motivarnos a volvernos autosuficientes y a dominar el juego y nos dio direcciones y una identidad claras. Al mismo tiempo Dalian estaba pasando por su sexto cambio de managers (nunca supe por qué). Los Ticos simplemente estábamos volando como nada que haya visto antes. Pero dos años después el equipo de directores vino a CR, cambió todo el equipo de managers, cambió la cultura de la cuenta, despedazó el liderazgo y la cuenta se vino al suelo. El buen liderazgo había muerto y de pronto la mayoría de aquellos «super Ticos» no sabían qué hacer y muchos optaron por renunciar.
    Igualmente era fácil volver a ver a otras cuentas hermanas y su terrible desempeño mientras a nosotros nos iba de maravilla y hasta con los ojos vendados se notaba que el liderazgo hacía la diferencia.

    El Tico es dinamita en potencia —quién daba un cinco por China hace quince años— pero tenemos un déficit abismal de buen liderazgo que sepa darle chispa a esa pólvora para derribar montañas. Lo sé porque lo pude ver con mis propios ojos.

    1. Sergio!!
      Muchísimas gracias por compartir la historia!! qué buena!! Da gusto leer algo positivo de «los ticos», creo que ya nos acostumbramos y aceptamos todo lo negativo que se escribe (o escribimos nosotros mismos). Te doy la razón, al igual que pienso que, como país, estamos adictos a las peores partes de nuestra cultura. Ojalá todos tuvieran la oportunidad de darse cuenta de eso, como vos.
      De nuevo , muchas gracias por el tiempo!!
      -Walter.

  8. Wal! Excelente esta publicación de los Chinitos!!

    Desde aquel día que los vimos caminar todos felices por la Sabana en el FIA tenía ganas de leerlo.

    Después de verlos caminar todos juntos en grupitos y con cara de felicidad, sabiendo que el clima de aquí es para morirse asados debajo del sol (era eso, o trabajar debajo de la lluvia de invierno en Costa Rica… porque aquí el tiempo es extremo), que sólo agarran de almuerzo lo que necesitan para masticar y si les sobra tiempo igual siguen lo que dejaron pendiente, que ni siquiera puedo yo imaginar lo feo que se debe sentir no hablar o entender nada de lo que dice la gente a mi alrededor y aún así sonreir como si entendiera sólo porque son seres muy felices…

    Q´hijueputas Chinos!

    XOXO
    Kiky

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