En este siglo 21 las referencias que tenemos de hombres lobo en el cine comercial vienen de 2 fuentes principales: o los adolescentes enamorados de la saga Twilight o los esclavos y poco más que animales de la trilogía Underworld. Sea como sea, ambos grupos dependen de los vampiros, uno para consolar a enamoradas despechadas y el otro para tener contra quien vengarse cuando vengan las escenas de batalla de la película.
En The Wolfman, tenemos la primera película reservada completamente para hombres lobo, sin chupasangres que deseen robarles protagonismo. También podríamos casi decir que es una película hecha con más seriedad que las dos sagas mencionadas, pues se nota que su interés va más allá que el de desatar hormonas (adrenalina o «almizcle», cualquiera).
Entonces ¿Qué tal está The Wolfman?
No esperen la versión para hombres lobo del «Drácula»de Coppola. Aunque visualmente es bastante gótica, con excelentes locaciones, muy buena fotografía y una ambientación que de verdad satisface a cualquier fan del terror, le falta esa cuota de sexualidad peligrosa.
¿Se deberá a que un hombre lobo no tiene la misma carga seductora que un vampiro? Tal vez, pero The Wolfman no explota tanto ese dilema de querer acercarse a aquello que potencialmente puede acarrearte la muerte, la pérdida del alma inmortal… y placer más allá del conocido.
Lo Bueno:
La música de Danny Elfman. El genio tras la banda sonora original de la mayoría de películas exitosas de Tim Burton (y de los Simpson), sabe cómo preparar la mesa para el festín de tensión, adrenalina y sangre.
La actuación de Anthony Hopkins. Sir Anthony a este punto parece que puede hacer el papel de Britney Spears y ser creíble. No que quiera verlo en spandex necesariamente. Cumple con su papel, pero no esperen ni a Hannibal ni a un Oscar.
El aura de Benicio del Toro. La película se apoya bastante bien en su cara de hombre sufrido, falto de sueño y dueño de las ojeras y bolsas más famosas de Hollywood. Su actuación anda un poco en piloto automático.
La historia: Es fiel al mito del hombre lobo, pero más al de las antiguas películas de Hollywood, esas en las que el hombre lobo más parece Eddie Munster en esteroides que un monstruo peligroso. Con maldiciones, gitanos, venganzas familiares y demás, la historia pareciera diseñada para quienes ya están hartos de que los hombres lobo existan para ser segundones de los vampiros de la película. El guión no contiene mayores sorpresas, pero es como un viaje en tren: sabés bien a dónde vas a llegar, así que mientras el paisaje esté bonito, no te molesta ir sobre rieles.
Los Efectos especiales: Para destripar, enseñar vísceras, arrancar miembros e inflingir heridas siempre hay que tener cuidado. También para fingir todo eso en el cine. En cuanto a la criatura, el diseño y la transformación están bien logrados, efectivamente es un hombre convertido en lobo y no un animal, por eso es lógico que siga conservando esa apariencia medio humana (otro recuerdo de las antiguas versiones en blanco y negro). Sin embargo, sí existe un hombre lobo en particular que más parece un Chía Pet (esos juguetes a los que se les esparce semillas que luego crecen como si fueran pelos). También se da por ahí el problema de apoyarse mucho en la computadora para recrear algunos pasajes o algunas secuencias de acción.
Entretenida, se pueden obviar ciertas fallas y en fin, agradecer una película de hombres lobo cuyas estrellas no van a salir hasta el hartazgo en revistas rosa, protagonizando romances con estrellitas pop.
TRAILER:
THE WOLFMAN (2010)
Director: Joe Johnston
Benicio del Toro. Anthony Hopkins. Emma Blunt. 102 minutos
Ahora que veo esto… Qué putas hacía Gollum ahí??