Érase una vez de madrugada, un asqueroso programa que me topé pasando canales. Era un programa de esos que tanto pegaban en los Estados Unidos, los mal llamados talk shows.
Mal llamados «talk» digo, por que tras 5 minutos de «hablar», el resto de la hora se va en ver cómo 35 efectivos de seguridad intentan contener a una rabiosa amante que intenta alcanzar, con sus garras, a la esposa de algún esquizofrénico que llegó al programa a confesar que le era infiel a su mujer mientras también adoraba solazarse con pornografía infantil. Ese tipo de programa.
No se qué me atrapó primero, si el morbo de ver en qué momento un negro como de 2 metros y biotipo de jugador de football americano prehistórico le reacomodaba los dientes a un blanquillo flaquenque con pinta de Moby en ayuno, o el título del tema del día, desplegado en letras rojas sobre fondo amarillo. Lo cierto es que me quedé pegado en ese programa, sin nada mejor qué hacer a las 3 de la mañana.
Antes de continuar; no,el negro no logró afectarle la dentadura al blanco y el título del programa me dejó pensando, lo suficiente como para estar escribiendo acerca de él: era: «Respétenme, soy racista». Fue lo que dijo el blanquillo que estuvo a punto de ser decapitado de un puñetazo: «Si tanto hablan de la tolerancia, ¿por qué no respetan mi decisión de ser racista?», decía.
Lógicamente, no hay nada de respetable en ser racista. Pero me dejó pensando una cosa: ¿cuánto estamos dispuestos a tolerar los que defendemos la tolerancia? El señor en cuestión (que seguramente era un actor pagado, como suele suceder en estos programas de cuarta), decía que él no recurría a la violencia, no tenía una posición de poder como para tomar decisiones que afectaran negativamente a ninguna persona negra y que, en fin, simplemente era su elección no acercarse a ninguno de ellos. No quería dañarlos, pero no le caían bien.
En teoría y apelando al derecho de cada persona de tener su propia línea de pensamiento, el racista tenía un punto válido: si él no atentaba contra los demás de ninguna manera, nadie tenía derecho de querer atentar contra su integridad física, basado en sus creencias. ¡Qué enredo! El racismo es un principio de odio, pero a menos que este no se manifieste, en cualquiera de sus formas ¿qué podemos hacer los demás al respecto, mas que edcar a las futuras generaciones para que no repitan patrones similares?
No soy racista. No le veo nada aprovechable al racismo, pero por un momento me imaginé en ese estudio diciendo algo como: «bueno, la verdad allá él si quiere ser (lo que yo considero) ignorante y estúpido. Si él quiere limitarse en cuanto a la gente con la que puede interactuar en la vida por una tontera y no va a dañar a nadie, ¿quién sale perdiendo sino él mismo?»

Luego, al ver a la audiencia del programa comportarse como una turba, casi pidiendo la cabeza del hombre que dijo que era racista me hice una pregunta de la que, lentamente comienzo a sospechar la respuesta. ¿Será que los humanos necesitamos tener a un villano contra el cual agruparnos? Atacar a una persona racista NO ES para nada, igual a defender la equidad entre razas. Atacar por ejemplo, a un miembro de la iglesia que asegura que los homosexuales arderán en el infierno, NO ES para nada, ayudar a la causa de los homosexuales que buscan su derecho al matrimonio. Volverse intolerante con quienes no están a favor de la tolerancia NO ES lo mismo que batallar en nombre de alguna creencia.
Defender a alguien del racismo o cualquier otra forma de discriminación ya es otra cosa, pero el atacar a quienes tienen un punto de vista opuesto al nuestro Y NO PROPONER nada concreto, rara vez hace bien a una causa. Lo he visto en las manifestaciones estudiantiles; lluvias de piedras y gritos defendiendo «sus ideales». Lo he visto en internet con esta controversia sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo; blogs, foros y demás diatribas electrónicas rebosantes de insultos hacia quienes están en contra de las uniones gay.
Luego de un tiempo, muchas de esas muestras de pasión me comienzan a parecer menos convicciones idealistas y más intentos por llamar la atención, por pertenecer a un grupo que tiene un enemigo común…por tener contra quién pelear. Aparte de la necesidad de expresarse que todos tenemos, ¿cuántas de esas personas que tanto adoran estar en primera fila «defendiendo» una causa, de verdad trabajan en pos de lograr esos objetivos por los que tanta bulla hacen? ¿No estaría mejor utilizada toda esa energía en decir: «ok, cómo puedo ayudar a lograr lo que nos proponemos?

Ante el famoso dicho de «ojo por ojo, diente por diente» Gandhi respondió: «Ojo por ojo… y el mundo se volverá ciego.» Él no organizó guerrillas contra los ingleses, simplemente eligió no hacerles caso.
Nada de guerra civil, simplemente «desobediencia civil». ¿Que no les permitían a los indios y musulmanes nacidos en india extraer su propia sal? Fácil, se alejaban de los mercados y las plantas, iban a pie, en multitudes, hacia el mar a buscarla.
Dicen que una vez un periodista hambriento de roncha le preguntó al Mahatma la forma en que él aplicaría su filosofía en contra de la bomba atómica. Supuestamente, Gandhi contestó que contra la bomba nada podría hacer, pero que sí podía salir al campo a hacerle señas al piloto del avión bombardero para convencerlo de que en tierra había humanos inocentes que no querían morir.
Qué avanzado y qué simple: puedo luchar contra lo que vos representás, pero sin hacerte daño. En días de tanta posición encontrada, no está de más recordar que no luchamos contra los demás, tal vez contra sus ideas, pero no contra ellos. Y si no es posible contener las ganas de sentir que en algo se les ha dado duro a quienes se nos oponen finalizo con una de Oscar Wilde. «Sé educado con tus enemigos, nada les cae tan mal como eso.»
-Walter Campos
Palabra clave EDUCACION, con ella podemos tener una mejor vision del mundo y comprender nuestros pensamientos de una manera positiva y proclamando el auto – respeto, esencial para entender como ser mejor en nuestras vidas.
Educación… eso es la clave, y lo difícil por que nadie experimenta por cabeza ajena. Es delicado siempre, verdad?
-W
Mientras más odiamos, más luchamos, más poder le damos a la oposición. Tomar una posición es del libre albedrío de cada quien, y respetar el libre albedrío de los otros es practicamente que unas de las lecciones de la humanidad.
El libre albedrío cuesta aceptarlo cuando entra en conflicto con nuestras creencias… es bastante complicado. Pero es necesario tener esa tolerancia como punto de partida para comprender a los demás, eso nos posibilita a enfrentarlos también. Hey gracias por escribir!!
-W
Si definitivamente, tolerar lo intolerable… es a veces sumamente dificil. Pero como dijo Laura la EDUCACION es la clave. Si embargo la apertura de pensamiento, si se puede decir así, de cada persona hace que ante cada pensamiento «extraño» no entremos en conflicto sólo por eso, un punto de vista o pensamiento.
Ese programa me parece que yo lo vi y me chocó al principio, pero al final no me fue tan dificil de asimilar.
La lección aquí, creo, que en la medida que podamos aceptar el libre albeldrío de los demás podremos tener más paz en este mundo tan lleno de guerra.
-Mau
Sí, siento también que en la medida que nos hagamos más tolerantes, que no es lo mismo que blandengues, podemos convivir mejor, como vos lo decís. Un saludo y demasiadas gracias por escribir!
-Walter
Releyendo el libro que tengo por almohada, un tal Max, de los Jiménez adinerados, me dijo que: «Es asombrosa la facilidad con que se predispone a un pueblo a destruir o destruirse, pero es dificilísimo asociar las fuerzas para reconstruir o apoyar a otros».
Creo que muchos de esto sucede porque algunas personas creen estar solas en el mundo. Han de tener los ojos quietos, mirando solo en una dirección. A estos se les aplica de nuevo lo siguiente: «No, no estoy solo. Con usted estaría en el vacío», también del fulano Jiménez…
Me parece muy acertada tu posición. Yo estoy convencido de que muchos de quienes dicen ser tolerantes, lo son en la medida en que los demás piensen más o menos como ellos.
De la misma forma, quienes atacan a las personas y no las ideas, quienes intentan destruir no un pensamiento sino un ser humano solamente porque piensa diferente, en realidad están mostrando su falta de argumentos, su falta de criterio, su incapacidad para pensar y debatir; las personas tolerantes son capaces de callar si no tienen argumentos en contra; quienes no callan y agreden, solo muestran su intolerancia…
Hola! Muchas gracias! Precisamente , quienes actúan de esa manera, también demuestran la enorme necesidad que tienen algunos de pertenecer a algo, a cualquier grupo, con tal de no estar solos…
Gracias por escribir!!
-Walter
Es un post muy acertado, para estas épocas en las que vivimos, ya que la intolerancia la vemos en todas partes, el que no está de acuerdo con lo que pensamos, está en nuestra contra y debemos practicamente acabar con él. Estas conductas las vemos desde niños que van a preescolar hasta los adultos mayores. Pedimos respeto y no respetamos, pedimos tolerancia y no toleramos. Muchos hacen propias, posturas que no comparten o que simplemente ni siquiera conocen. Yo le digo a mis estudiantes, que aplicando un sencillo concepto «no hagas a los demás, lo que no te gustaría que te hicieran» viviríamos en mundo más armonioso y tolerante.
Muchísimas gracias Elizabeth! De hecho, la tolerancia no es nada fácil a veces, sobretodo cuando choca de frente con las creencias propias. Muchas gracias por escribir!
-walter
Me encantó, como todas….Felicidades!!!
Me encantó,como todos….. decía mi abuela : «si uno no quiere, dos no pelean»
Felicidades!!!
Exactamente!! Muchísimas gracias!!
– Walter
Una vez vi en un anime, que el ser humano destruye aquello que no es capaz de comprender, a lo que me lleva a analizarlo de esta manera… Las personas tienen ideales y convicciones, por las cuales serían capaces de matar a los demás por tener siempre la razón, pero cuando hay afinidad entre grupos de personas, ya sea por ciertos aspectos, el odio se vuelve incontrolable, causando esos estallidos de violencia contra unas personas que tiene algo que es diferente a ese punto de vista (racismo, machismo, etc) tal y como pasó en el «talk» show que vio, o por lo menos ese es mi punto de vista…
Gracias!! Es bastante complejo de analizar, el porqué hacemos lo que hacemos.
-W
Creo que todo se resume en Amor y Respeto mientras mi opinion no afecte a los demas va a ser solo mia y me perjudicara o beneficiara solo a mi… y bueno si nos ponemos a ver posiciones acerca del raciso o cualquier o rechazo al cualquier otro segmento de la sociedad en estos casos lo que impera es la ignoracia porque si les digo acerca de razas solo existe la humana… 😀
me parece un tema magnifico, aplicable al ya un poco pasado de moda tema del tombo nazi.
saludos
-Esteban
Pura vida Esteban!! ¿La tinta del ocio? Buen nombre, lo voy a investigar jeje.
.W