¿Aquel atleta puede correr 100 metros planos en 10 segundos? Pues esta aspirante a reina de belleza es capaz de levantarse a las 6 de la mañana y pasar las próximas 16 horas ensayando coreografías sacadas de la imaginación de un bailarín que cree que ellas son profesionales…en tacones altos… cubiertas en maquillaje de cuerpo entero… bajo un calor de 37 grados centígrados… sin el beneficio de una fría para el sofoque o un buen pedazo de la pizza más cerda y deliciosa para el hambre.
No, no me voy a poner a defender o atacar los concursos de belleza, pero mi reciente contacto con el más importante del país sí me demostró algo: sí requiere trabajo estar en uno. Pero de eso ya se habló lo suficiente, lo que me llamó la atención fue algo que siempre me había preguntado. ¿En casos como estos la consigna es la belleza, no?
Tanto para concursos de belleza femeninos como masculinos, la idea es tener un cuerpo capaz de levantarle las hormonas al más puritano, un rostro capaz de despertar fantasías y en general, personalidad de Macho Alfa o Femme Fatale según sea el caso.
Pero como siempre, existe el otro lado de la moneda. Imaginen; un cuarto lleno de modelos que llegan a la audición de un comercial. Todos con aspiraciones, currículum y book de fotos en mano, viéndose lo mejor posible. Poco tiempo después de la cita,algún impaciente modelo recibe La Llamada:
-«¿Entonces? ¿Me dieron el papel?»
-«Si, a usted le toca ser el feo.»
– «¿El feo?»
-«En realidad, el Feo, estúpido y con mal aliento.»
– … (silencio)…
– «Es un infomercial,si. En resumen, usted es el del «Antes». El que sale a blanco y negro, con ropa horrible, fuera de forma y tan estúpido que ni siquiera puede abrir una lata de producto normal y por eso tiene que comprar los nuestros …»
El resto de la escena se las dejo a su amable imaginación…¿aceptará el modelo, quien por cierto quiere ser El Guapo, igual que todos, las condiciones? ¿O tendrá demasiada hambre o deseos de salir en tele, como para tragarse el ego y aparecer haciendo lucha libre con una lata que cualquier mamífero con pulgares podría abrir?
Todos somos feos y gordos en alguna medida, comparados con alguien, o en nuestras propias mentes (cortesìa de complejos y demás). ¿Pero cómo vivir con una magnificación de eso, sobre todo cuando lo comparan con una exageración de lo que se puede llegar a ser si se compra ese producto mágico? Dinero, una oportunidad en el show biz… las posibilidades son tantas como las personas que tienen que decidir si hacerlo o no.
La próxima vez que me tope un infomercial en medio de una de esas madrugdas de insmonio intentaré recordar la cara de alguno de esos feos, gordos e «incapaces al propio». ¿Quien sabe? Tal vez dentro de algunos años, algunas de ellas estén sonriendo a más no poder, mientras sujeta un Oscar de la academia, mientras otro actor o modelo primerizo se pregunta si valdrá la pena, al menos por esta vez «ser el feo.»
-Walter Campos
Zen & Caos 
Existe obvia disciplina y talento, y hasta se logra la meta. Y puede que los feos ganen Oscars. Y sonrían a mas no poder cuando lo logren. Pero: en qué se diferenciaría el que pasaran por tanto por obtener algo, con participar en un humillante concurso de un programa de un viejo copetón y con cirugía plástica que se tiñe el pelo, que pone, rodeado de modelos silicónicas a sus participantes, a cambio de a veces jugosos premios, a exponer su vida sentimental a ver si del otro lado le perdonan, a vender su dignidad para que le den un premio, apagando candelas con la puntería de su trasero del que guindan tapitas con un hilo?
En dónde fue ese concurso? jeje… Mirá, tenés razón en una cosa. Exponer la dignidad es exponer la dignidad, independientemente de la plataforma. De ahí la pregunta… haría uno un infomercial de esos? Lo harías vos?
Slds.
-Walter
El concurso son un par de ejemplos de Sábado Gigante. Lamentablemente no son los únicos, ni los peores. Mi enfoque era no tanto decir si yo lo haria, por que creo que ya habría salido ahí si me diera por hacerlo. Con todo respeto, este asunto de los concursos de belleza es en parte exponer la dignidad. Pelarse para que otro evalúe. El otro día escuchaba en buen día un panelista, hablando sobre este tema, cómo las muchachas tienen que oír que les digan que son unas polas, y tras de eso agradecer. Diría eso de más de un reality show también. Pero pagan bien, hay buenos premios. Creo que ni los que tienen que hacerla de feos, estúpidos y demás, se salvan de pagar con su dignidad por el tal superstardom. Preguntémosle a Eminem, Laura Bozo, Michael Jackson, a Madonna. A Susan Boyle, a María José (y su virtual video), a las Niurkas, Marilyn Mansons, las modelos de A Todo Dar, que hoy son las divas de algunos programillas faranduleros, y la lista sigue.
Mi pregunta sería: al final del día (la vida), se sentiría uno felíz por haber logrado lo que logró? O mal por haberse expuesto la dignidad y todo, por un puñetero logro? Conozco varias personas que se arrepienten de esa filosofía medio barata de querer probarle a la gente que pueden hacer algo. Es muy curioso: no importan si lo critican a uno, pero al mismo tiempo les damos un pelotón para probarless cuán equivocados están. Paradoja.
Paradoja, de hecho. De ahí se puede fácilmente saltar a la ley del serrucho costarricense también….
slds.
-w
Un post bastante bueno incluyendo la «conversación» de comentarios xD…. Un tema con bastante tela que cortar, y que de alguna manera me recuerda a Joey de Friends. Jeje
Y en un infomercial de esos, ni el feo por feo, ni el bonito porque todos sabemos que es mentira, años de gimnasio si fuera el caso o que el producto dura 1 hora y ya no sirvió más.
Saludos
je jej e exacto, tampoco es que los feos en los comerciales son feos reales. Saludos!
-W
Bastante bonito, una linda visión, sigue aportando ideas, son bastante interesantes; ¡Saludos!
Muchas gracias Jeff, la idea es seguir… hasta que todo se termine.
Un abrazo
Walter